jueves, 12 de febrero de 2009

Tea time! (o de cómo perderse por el British Museum)


Hace un par de días que volvimos a Klagenfurt, después de haber estado durante una semana recorriendo una pequeña parte de las tierras de Su Graciosa Majestad, mientras bebíamos té, veíamos a los cisnes del Támesis y llamábamos a taxis negros utilizando las cabinas rojas porque, como matrimonio refinado que somos (Lord James y Lady Margaret), no podemos mezclarnos con el populacho que invade el "Underground" o los autobuses de dos pisos.

Después de toda esta lista de topicazos podemos empezar con el viaje de verdad, pero, antes de nada, voy a resumir nuestra primera impresión sobre Londres: EL ACENTO BRITÁNICO ES DE SEÑORITAS...Hasta los obreros que, en cualquier calle del mundo estarían gritando y maldiciendo, allí parecen Las alegres comadres de Windsor tomando té con pastas en una casa de campo o, en su defecto, en el club hípico.

Llegamos el martes de la semana pasada por la noche, así que sólo pudimos coger un taxi (después del autobús del aeropuerto a Londres) e irnos para el hostal a sobar...Claro, todo esto después de encontrar el sitio, porque estuvimos como media hora dando vueltas por la zona por la que estaba, pero no había forma de encontrarlo, hasta que dimos por casualidad con la placa de la entrada en la que ponía el nombre en la parte de abajo, porque resultaba que el hostal compartía edificio con un hotel de tres estrellas...Cosas de los ingleses...

El primer día de tour propiamente dicho fue el miércoles, en el que comenzamos paseando por un Hyde Park completamente nevado e invadido por palomas hiperdesarrolladas a las que había que tratar de usted...Quien se queje seriamente de obesidad infantil es porque no ha visto a una paloma con obesidad mórbida como las que nosotros nos encontramos por allí...Eso no eran palomas, eran pavos por lo menos, xD.

Después de eso decidimos ir al Parlamento y la Abadía de Westminster, para visitar los dos sitios y sus alrededores, aunque tuvimos que dejar la visita al Parlamento y conformarnos sólo con tomar fotos del Big Ben y el edificio por fuera, porque lo que nos ofrecían era una cola de media hora para asistir a una sesión de la Cámara de los Comunes, sin poder visitar el resto del interior del edificio y la verdad es que el plan no nos convencía mucho.

La Abadía de Westminster está justo en frente del Parlamento y nos costó como unas 6 ó 7 libras entrar con precio de estudiante. Es un sitio bastante interesante, aunque de ahí tenemos pocas fotos en general porque no se puede fotografiar nada del interior de la Abadía (aunque al final tanto Yaiza como yo nos terminamos saltando la prohibición a la torera)...Vimos las tumbas de todos los reyes de Inglaterra y, en la llamada Poets' Corner, las de grandes figuras de la lliteratura inglesa desde Geoffrey Chaucer. También estaban allí Handel y, en otra sala, Newton y Darwin.

Siguiendo uno de los caminos del claustro llegamos a los jardines de la parte trasera, que estaban también nevados en su mayor parte, y que nos condujeron hasta una zona adyacente al patio del colegio de la Abadía, donde estudian los niños del coro de ésta...Y aquí es donde encontramos el otro topicazo: típico colegio masculino inglés, con uniformes de traje de chaqueta y corbata que se lleva hasta para jugar al fútbol...Si quieres ir a un sitio donde todos tus tópicos preconcebidos se cumplan, ve a Londres...porque, lo siento, en Andalucía no vamos por la calle vestidos de corto o con traje de flamenca, ni salimos a hacer deporte con peineta, xD.

Después de comer en un italiano barato y decente que había en Parliament Street (y que encontramos de casualidad, todo sea dicho), fuimos a pasar la tarde bicheando por la Torre de Londres...Sí, ya sabéis, ese sitio tan acogedor donde Enrique VIII ejecutó a un par de sus esposas y, en general, todos los reyes de Inglaterra torturaban o asesinaban por lo menos a una persona durante su reinado (si no, no eran reyes en condiciones, xD)...Cuando terminamos de ver todas las joyas de la Corona y las salas de tortura (porque están en el mismo edificio, curiosamente), fuimos al Puente de Londres y estuvimos por allí arriba haciendo fotos de la ciudad y viendo las exposiciones de cómo se construyó el puente y demás.

Al día siguiente teníamos la intención de ir al mercado de Portobello, pero lo único que hicimos fue una foto de la placa de la calle en plan "hemos estado aquí", porque estaba llovizneando y no se hizo nada, así que decidimos ir al Museo Británico, del que la noche anterior habíamos descubierto que ES GRATIS, cosa que no sabíamos y estábamos calculando con miedo cuánto nos iba a costar entrar...Pero nada, no pagamos ni una sola libra, y lo más gracioso es que puedes entrar tan tranquilamente, no hay nadie vigilando la entrada, tú llegas allí, te paseas y sales cuando te apetezca. Impresionante.

Pasamos la mañana entera (unas cinco horas) en ese gran homenaje al expolio que es el British Museum, porque en cada sala a la que íbamos a mi se me caía la baba con todo lo que había y, a parte de eso, porque más de una vez nos perdimos por el museo...Sencillamente hubo más de un par de veces en las que directamente no sabíamos dónde estábamos...Es un laberinto: una sala te lleva a otra, ésta a otra y así sucesivamente, lo que hace que, después de media hora, te preguntes dónde estás si tu en realidad tenías claro a la sala a la que querías ir. Es un vórtice, xD.

Por la tarde fuimos a Picadilly Circus y a Trafalgar Square, donde nos sorprendió otra de las genialidades de los museos de Londres: la National Gallery también es gratis. Así que hicimos un recorrido exprés por ella (porque teníamos sólo una hora y media, y es igual de laberíntica que el Británico) y vimos los cuadros más importantes que tienen allí conservados. Fue una muy grata sorpresa, la verdad. Por lo menos estas dos cosas compensaban la burrada generalizada de los precios de la ciudad, xD.

El viernes emprendimos nuestro camino hacia la segunda parte de nuestro viaje: Aberystwyth, una pequeña ciudad en la costa sur de Gales. Allí pasamos el fin de semana en casa de Marco, un Erasmus que estuvo estudiando en Córdoba el segundo cuatrimestre del año pasado, y al que nos hizo mucha ilusión volver a ver...Qué adorable :D...Nos presentó a algunos de sus amigos y nos enseñó las partes más importantes de la mini-ciudad...Además de ponernos una película con subtítulos en noruego, idioma que se ha puesto a aprender porque le parece mono, jaja. Sólo una cosa ensombreció nuestra estancia en Gales: el suicidio de Fernand@, nuestro gnomo de jardín viajero, que se emocionó en frente de la costa irlandesa, contemplando sus orígenes celtas en el horizonte, y decidió que había llegado su hora de ser uno con el universo y fundirse con él cerca de la tierra que lo vio nacer.

Después de nuestros dos días en Gales volvimos a Londres, donde pasamos una noche más y donde empleamos nuestra última tarde en visitar Harrods, sitio en el que decidimos no respirar ni tocar nada vaya a ser que nos lo cobraran, por si acaso. Eso sí, una apreciación objetiva: mucha fama, mucho nombre, pero la ropa es feísima, xDDD.

El martes por la mañana vuelta al aeropuerto en autobús y llegada a Klagenfurt a media tarde. Se puede decir que nos ha cundido esta semana: hemos visto una gran parte de lo visitable en Londres, visitamos a Marco, no nos hemos perdido por el metro, comimos Fish & Chips, le dimos un entierro decente a Fernando y todos nuestros tópicos pre-viaje han sido satisfechos...¿Qué más se puede pedir?

Saludos,
Ilde ^^